Térmica
Las centrales térmicas utilizan combustibles fósiles para obtener energía eléctrica, ya sea utilizando motores de combustión interna para accionar un generador, o calentando un fluido de trabajo que acciona una turbina (usualmente de vapor). Los combustibles utilizados en el país son carbón, diésel y bunker.
Carbón
El primero es carbón mineral, el cual se quema y el calor se aprovecha en una caldera que produce vapor para accionar una turbina y accionar un generador para obtener la electricidad. Estas centrales tienen la capacidad de proveer potencia firme, pero requieren tiempos de arranque más altos que otras centrales. La desventaja de estas centrales está en el combustible utilizado, no es un recurso renovable lo que ocasiona que no sea sostenible a largo plazo y los costos de este incrementen con el tiempo. También están las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por la combustión del carbón.
Diésel
El diésel se utiliza en centrales que cuentan con motores de combustión interna, el combustible se quema accionando el motor, el cual mueve un generador eléctrico. Estas centrales también pueden proveer potencia firme, tienen capacidad de arranque rápido y pueden variar rápidamente la potencia entregada. En cuanto a las desventajas, estas son similares a las del carbón ya que el diésel al ser un derivado de petróleo no es un recurso renovable. Es de los subproductos ligeros de petróleo obtenidos en el proceso de refinería.
Bunker
Las centrales que operan con búnker también utilizan motores de combustión interna, y tienen un comportamiento similar a las plantas de diésel, arranque rápido, capacidad de respuesta para variar su potencia entregada rápidamente y la capacidad de entregar potencia firme. Las desventajas son similares a las del diésel, el búnker también es un derivado de petróleo, este es uno de los subproductos pesados al terminar el proceso de refinería.